voces desiertas

Noviembre del 2007


Publicado el 30 de Noviembre, 2007, 11:46

rompiente

LA VERDAD QUE LOS MUERTOS CONOCEN
 
                               
a mi madre, mazo 1902 - marzo 1959
                                a mi padre, febrero 1900 - junio 1959

"Listo, digo y me alejo de la iglesia,
rechazando la tensa procesión hacia la tumba,
que los muertos vayan solos en la carroza fúnebre.
Es junio. Estoy cansada de ser valeinte.

Manejamos hasta el Cabo. Me nutro
donde el sol se empoza desde el cielo,
donde el mar se balancea como la puerta de hierro
y nosotros nos tocamos. En otro país, la gente muere.

Querido, el viento nos golpea como piedras
desde el corazón blanco del agua y cuando nos tocamos
habitamos el Tacto enteramente. Nadie está solo.
Los hombres matan por esto, o por cosas así.

Y los muertos, qué? Yacen descalzos
en sus naves de piedra. Más afines a la piedra
de lo que sería el mar, si se detuviera. Se niegan
a ser bendecidos, ojo, nudillo, garganta".

Anne Sexton, poeta norteamericana (1928 - 1974), de To Bedlam and Part Way Back, 1960.
Traducción de María Negroni
Fuente: Revista Nómada, Año 2, Nº 7, Buenos Aires, octubre 2007.

Publicado el 25 de Noviembre, 2007, 19:50

tierra agrietada

no hacés más que hablar
del calor, la humedad
la vida nocturna de una isla
que me es extraña
y de su gente desconocida

en verano
miles de extranjeros recorren
descalzos sus calles de tierra y arena
y desde la noche a la mañana
hacen de ese pequeño lugar
un lugar aún más pequeño
más vacío
un desierto

no hacés más que hablar
de esos kilómetros
que te separan de tus padres
tus amigos, de mí
de vos
es cierto
cada día que pasa
la distancia
parece hacerse más larga
más ancha, inalcanzable

no hacés más que hablar
también
de tu costumbre
a extrañarme y buscarme
en alguna lejana esquina
como lo hago yo aquí
siempre esa estúpida esperanza
de encontrarte en alguna esquina
y esto no es una mala letra de tango
ni un bolero de los años '50
es sólo lo que nos pasa
lo que nos duele
lo que callamos

no hacés más que hablar
en definitiva
de esos largos días calurosos
o lluviosos y fríos
cuando el clima es lo de menos
es el estado de soledad
lo que no cambia

Paula Aramburu, septiembre 2007

Publicado el 22 de Noviembre, 2007, 12:41

   Ayer enciendo  la tele y me entero que murió Fernando Fernán Gómez (Lima, 21 de agosto de 1921 - Madrid, 21 de noviembre de 2007). Estas noticias me dan mucha pena. Aquí, un pequeño homenaje con uno de los fragmentos del cuento "La lengua de las mariposas", escrito por Manuel Rivas, y que fue llevado al cine en 1999 por el director José Luis Cuerda. Don Gregorio (interpretado magistralmente por Fernando Fernán Gómez), un maestro de ideas republicanas que da clases en un pueblito perdido de Galicia en los albores de la Guerra Civil Española, tendrá una relación muy especial con su alumno Moncho (interpretado por Manuel Lozano, otra actuación insuperable). Un maestro y un alumno marcados por la enseñanza, el aprendizaje, la admiración, el amor, la vida, la guerra...   

"<Qué hay, pardal? Espero que por fin este año podamos ver la lengua de las mariposas>./ El maestro aguaradaba desde hacía tiempo que le enviasen un micorscopio de la Instrucción Pública. Tanto nos hablaba de cómo se agrandaban las cosas menudas e invisibles por aquel aparato que los niños llegábamos a verlas de verdad, como si sus palabras entusiastas tuviesen el efecto de poderosas lentes./ <La lengua de la mariposa es una trompa enroscada como muelle de reloj. Si hay una flor que la atrae, la desenrolla y la mete en el cáliz para chupar. Cuando lleváis el dedo humedecido a un tarro de azúcar, a que sentís ya el dulce en la boca como si la yema fuese la punta de la lengua? Pues así es la lengua de la mariposa>./ Y entonces todos teníamos envidia de las mariposas. Qué maravilla. Ir por el mundo volando, con esos trajes de fiesta, y parar en flores como tabernas con barriles llenos de almíbar".

Qué me quieres amor?, "La lengua de las mariposas", Manuel Rivas, Alfaguara, Madrid, febrero 2001.

Por piaramburu, en: General

Publicado el 21 de Noviembre, 2007, 23:32

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los autos, los camiones
las estaciones de servicio
proyectan sus luces rojas
amarillas, blancas
contra la ventanilla
del colectivo

desde el este
una tormenta
avanza en silencio

ya no podré dormir

a mitad del pasillo
una lucecita color carmín
y un martillo
me indican la salida
de emergencia

Paula Aramburu, noviembre 2007

Publicado el 18 de Noviembre, 2007, 20:56

  Para empezar la semana, les dejo otro fragmento de La mujer justa...:

"En casa todo es más sencillo y a la vez más enigmático, más misterioso, porque ni la más espectacular localidad extranjera puede hacernos vivir una experiencia comparable a la que guardan las habitaciones del hogar abandonado. Esa experiencia es la infancia. El recuerdo de la expectación. Eso es lo que hay en el fondo de todas las vidas. Queda impreso para siempre en nuestra memoria y aflora incluso cuando mucho tiempo después, llegamos a ver maravillas como el Everest o el lago Michigan. Las voces, las luces, las alegrías, las sorpresas, las esperanzas y los miedos que encierra nuestra niñez, eso es lo que realmente amamos, lo que buscamos durante toda la vida. Y para un adulto, quizás sea el amor lo único que puede devolverle algo de esa espera temblorosa e impaciente..."

La mujer justa, Sándor Márai, Ed. Salamandra, Barcelona, 2007.  

Publicado el 12 de Noviembre, 2007, 12:53

hierba

"Ahora soy una planta, una hierba
inclinada y meciéndose
sobre una cornisa rocosa
y ahora soy una larga brizna parda
flameando como una llama
soy una caña
un viejo caracol cantando
siempre lo mismo
la sumisión de un junco
una blanca piedra blanca
un hueso
hasta que pase
otra vez a ser arena
y gire y sea volada
de aquí para allá, de aquí para allá
al borde del mar
en la luz que se extingue...
              Porque la luz se extingue.

Pero si vinieras no dirías
ella no está aquí esperándome
ella me ha olvidado. Acaso por jugar
no nos hemos disfrazado de hierbas y piedras y de pasto
mientras pasaban los extraños barcos
suave - gravemente - dejando un rizo de espuma
que se estiraba rodeando la isla nuestro hogar
burbujas de espuma que brillaban sobre la piedra
como arco iris. Mira, querido! No, han desaparecido.
Y las velas blancas se han fundido con el cielo que navega". 

Katherine Mansfield, de Té con manzanilla & otros poemas, Selección, traducción y prólogo Mirta Rosenberg y Daniel Samoilovich, Ed. Bajo la luna, 2006.

Publicado el 7 de Noviembre, 2007, 22:00

jardin de flores - klimt

"No podría hacerlo otra vez,
apenas soporto la escena -

en el jardín, en la lluvia leve
la joven pareja siembra
una hilera de habas, como si
nadie antes hubiera hecho algo así,
como si nunca aún se hubieran plantado y resuelto
las grandes dificultades -

No pueden verse,
en la fresca suciedad, empezar
sin perspectiva,
con las lomas atrás, color verde pálido, cubiertas de flores -

Ella quiere detenerse;
él quiere llegar hasta el final,
permanecer con la cosa -

Mira cómo ella toca la mejilla de él
para instaurar una tregua, sus dedos
frescos de lluvia primaveral;
en el fino césped, estallidos de azafranes morados -

aun aquí, incluso al comienzo del amor,
esa mano que abandona un rostro fragua
una imagen de partida

y ellos creen
que pueden ignorar
esta tristeza"

Louise Glück (USA, 1943), traducción de María Negroni.
Fuente: Revista nómada, Año 2, Nº 7, Bs. As., octubre 2007.

Creo que es el poema más bello, dulce y triste que he leído en el último tiempo. Es la primera vez que leo algo de esta poeta, asique este fin de semana me pondré a investigar más sobre ella, a ver qué otras cosas encuentro en el cyberespacio. Por el momento, sólo puedo decir que me ha conmovido profundamente. Espero que les haya gustado.

Publicado el 4 de Noviembre, 2007, 18:28

   Este año, el XV Festival Internacional de Poesía de Rosario rindió homenaje a los poetas Beatriz Vallejos y Juan José Hernández. Beatriz Vallejos, poeta y artista plástica, nació en Santa Fe en 1922 y falleció este año. En el Prólogo a El Cántaro, Celia Fontán nos dice de su obra: " (...) La lectura de estas pequeñas piezas de inusitado rigor poético, a pesar de su levedad, nos exige un demorado acercamiento, un progresivo ahondar en un territorio de trasmutaciones donde el agua, la arena y la luz son motivos recurrentes, y la memoria borra los límites entre el ayer y el hoy, acerca la lejanía y deja una huella perdurable, una señal, una nueva ligazón, en una tensión lingüística que desecha lo obvio y lo ornamental para indagar, en estado de lúcida inocencia, en las conexiones de un mundo en constante transfiguración. Todo acontecer es celebrado, registrado con un trazo verbal luminoso, atesorado amorosamente en las líneas del poema, allí donde nada pesa y las ausencias y las angustias se aligeran a través de la palabra que restaura y sana". Aquí, sus poemas: 

PASAJE DE LUZ

La sombra de las hojas
ilumina las naranjas

* * *

RELATIVIDAD

De la distancia
entre la semilla
y el sol
comprendo
que todo es posible

* * *

No es tinta
ni papel
ni significado
una palabra me sostiene
en medio de mí

* * *

BRISA

sostiene el jardín la mariposa

* * *

BAMBU

También mi sombra
espejo de la brisa

* * *

A CAMBIO

Nos fue dado un día
a un paso del sol,
casi nada

Nos fue quitado un día
a un paso del sol,
casi todo.

Beatriz Vallejos, El cántaro, Ediciones En Danza, Bs. As., 2001.