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Noviembre del 2008
Publicado el
29 de Noviembre, 2008, 18:51

Seamus Heaney nació en Irlanda del Norte en 1939 y es uno de los poetas más importantes de la lengua inglesa. En 1995 recibió el Premio Nobel de Literatura. Dice Jenaro Talens: "... resulta necesario asumir la presencia constante en sus escritos de una conciencia de pertenecer a un colectivo <otro> para comprender la riqueza y la originalidad de su poesía, cuyo punto de partida es, casi siempre, ese trauma inicial, lo que, por una parte, otorga a sus poemas una apoyatura vivencial de signo autobiográfico, pero, por otra, y gracias a la distancia reflexiva con que aborda tanto la puesta en escena de la memoria como su formulación meramente verbal, evita la caída en el confesionalismo sentimental". Que lo disfruten...
La península
"Cuando no tengas nada más que decir, sólo conduce durante todo el día en torno a la península. El cielo es alto, como sobre una pista de aterrizaje, la tierra sin señales, de modo que no llegas
sino pasas de largo, siempre a través del zócalo de una cala. Al atardecer, los horizontes se beben el mar y la colina, el campo arado se traga el caserón blanquecino y te encuentras de nuevo en la oscuridad. Recuerda ahora
la playa vidriosa y el tronco a contraluz, aquella roca en que las olas se rompen en jirones las zancudas forzadas sobre sus propias patas, islas que se introducen en la niebla,
y vuelve a casa, todavía sin nada que decir salvo que ahora decodificarías todos los paisajes así: cosas halladas puras y limpias en sus propias formas agua y tierra en su extrema desnudez."
Seamus Heaney, Campo abierto (Antología poética 1966 - 1996), Colección Visor de Poesía, Madrid, 2004. Traducción: Vicente Forés y Jenaro Talens.
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26 de Noviembre, 2008, 18:54

desde el fondo del pasillo de pie y en silencio mi madre mirando qué hacemos con sus cosas su ropa, las plantas como si todavía estuviera
Paula Aramburu, 24/11/08
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24 de Noviembre, 2008, 17:16

"El vidrio está punteado de gotas, está goteado. Pero no nieva. Rojo ladrillo, gris, las construcciones se ven únicamente tras las gotas. Nueva York, de donde siempre se va alguien. En las terrazas del aeropuerto los fumadores se miran sin hablar. Es temprano, y andan los dos por la luz exagerada de los pasillos. A las 6 van a matar a una mujer en Texas. (Pena de muerte). Faltan diez minutos. La miran por la tele, mientras terminan sus cervezas. Todo está sin resolver y así permanecerá. Tus párpados que aletean como flores en un viento demente: del que quiere sólo tiene fragmentos. Como las voces de altavoz y los números de vuelo que retumban. Drama visual que se reitera en los aeropuertos: el (perturbador) desequilibrio entre la fina azafata y la pesada valija que lleva. El súbito desequilibrio entre el que se va y el que se queda."
Laura Wittner, Las últimas mudanzas, Ediciones Vox, Bahía Blanca, octubre 2001.
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16 de Noviembre, 2008, 17:14
Publicado el
10 de Noviembre, 2008, 18:00

un parque de diversiones cerrado la calesita sin sortija, los caballos cansados, la rueda de la fortuna detenida, tres personas dormitando en las butacas de un viejo cine una biblioteca sin libros, discos sin vajilla de porcelana fina una heladera sin agua, carne, leche macetas sin plantas ni tierra fresca la mesa del comedor, las cuatro sillas de la cocina, los sillones franceses: vacíos una lapicera sin pluma ni tinta un cuaderno de hojas amarillentas un hombre alto y delgado, solo en una isla tan blanca como desierta una hija sin madre una gata sin cría
hoy todo duele.
Paula Aramburu, 09/11/08
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