Publicado el 31 de Marzo, 2009, 15:31
![]() Sándor Márai, La herencia de Eszter, Salamandra, Barcelona, mayo 2008. |
Publicado el 26 de Marzo, 2009, 22:37
John Berger, Y nuestros rostros, mi vida, breves como fotos, Hermann Blume, España, 1986. |
Publicado el 24 de Marzo, 2009, 14:35
cada nota, el silencio que separa esta vez, cuánto hilo Paula Aramburu, 23/03/09 |
Publicado el 23 de Marzo, 2009, 23:49
![]() 20 de enero "Canasancio, languidez, fragilidad. Como cuando las pilas se agotan y la linterna sólo parpadea". 22 de julio "El escritor como personaje social es un personaje un tanto confuso, como el santo o el chamán... Sin duda hay gente que expresa sus ideas por escrito, pero el término <escritor>, a diferencia de <dentista> o <mecánico>, no define la actividad de un individuo. Todos los que son escritores en un sentido social me parecen sospechosos." 16 de agosto "Trópico. Camino mareado. Me gusta vagar por el piso medio mareado. Así fue la vida en algún momento". 1985 11 de enero "Me llama un perdiodista de Nueva York que se ofrece a venir a visitarme, pero respeta mis reservas: como sabe que no me prodigo con los medios, sólo pretende hacer una <entrevista póstuma>, cuya publicación se retrasará hasta que yo haya pasado a mejor vida. La oferta es cortés y discreta. En cualquier caso, el optimismo del periodista me sorprende, sobre todo su seguridad en eso que ha dado en llamar <entrevista póstuma> y en que me sobrevivirá a mí, al anciano. Aunque esa certidumbre está refrendada por los datos que proporcionan las estadísticas, en la práctica no es tan seguro que el entrevistador, que tiene veinte años menos, sobreviva al anciano de ochenta y cinco años. Tal vez ocurra que sea yo quien escriba su necrológica. No es que lo considere probable, pero ¿quién puede descartarlo?". 28 de enero "Ya no tenemos futuro, la vida está completa, sólo aspiro a poder irme tranquilamente. Cada día se añaden síntomas del desgaste físico y mental. A veces me siento como un recuerdo de mí mismo". 17 de octubre "No escribo ni leo, pero a veces sueño que sí lo hago, y las líneas se van sucediendo como los subtítulos de una película. Las frases tienen sentido, la selección de palabras es correcta; la redacción, ingeniosa. No soy yo quien escribe, sino que mas bien se trata de un proceso que ocurre en mí. El camino que conduce de la vida a la muerte es oscuro, voy trastabillando de la nada a la nada, y en ocasiones sucede que, en el trayecto, una palabra o un concepto resplandece como las luciérnagas en un bosque oscuro." Sándor Márai (Kassa, Hungría 1900 - San Diego, USA, 1989), Diarios 1984 - 1989, Salamandra, Barcelona, noviembre 2008. |
Publicado el 17 de Marzo, 2009, 14:09
![]() Aquí una pequeña selección de ellos: "cada vez que siento una presencia, me doy vuelta como si yo fuese un objeto al que se le acercan sin tocarlo jamás" * * * "lo que siento no tiene apoyo mas bien se encarna como cuando el dedo acaricia la madera y al desprenderse queda una memoria dentro de la piel, las astillas clavadas" * * * "si ocurriera que nos apoyáramos cuerpo contra cuerpo, y luego, el resto del tiempo fuera una lucha por no caer?" * * * "tu corazón no se escucha cuando las palabras te guían por una escalera que yo no tengo la fuerza de subir" * * * "qué pasaría si un ejército llegara al lugar de la batalla y los enemigos hubieran muerto, cómo hace uno cuando aquello por lo que le ha tocado luchar ya no existe y se encuentra haciendo movimientos inútiles limpiando la escarcha de inviernos pasados esperando lo que ya no se ama" Victoria Schcolnik, El refugio, abeja reina, Bs. As., 2008 |
Publicado el 13 de Marzo, 2009, 13:43
![]() ![]() ![]() ![]() desde aquí, todo lo que se ve: el peso del aire venciendo estas ramas secas, las hojas verdes, aún verdes cayendo en las calles antes de tiempo carteles indicando una florería una farmacia y un estacionamiento abiertos las veinticuatro horas del día, un paredón alto, gris y húmedo, una cruz de acero ahuecada en su centro, vacía como el cielo al que apuntan sus vértices, desde una isla tan blanca como desierta, un hombre alto y delgado me extiende sus manos, por ahora es todo lo que puedo ver Paula Aramburu, 08/03/09 |
Publicado el 7 de Marzo, 2009, 15:19
![]() Con una enorme excepción: el dolor emocional de la pérdida, el dolor que ha roto el corazón. Este dolor ocupa el espacio de toda una vida. Puede haberse iniciado con un solo acontecimiento que ha producido un excedente de dolor. El que sufre se vuelve inconsolable. Y sin embargo, ¿qué otra cosa podría ser este dolor sino el reconocimiento de que lo que nos fue dado una vez como placer o felicidad nos ha sido irrevocablemente arrebatado? El don del placer es el primer misterio." John Berger, Y nuestros rostros mi vida, breves como fotos, Hermann Blume, Madrid, 1986. |