voces desiertas

Entrevistas


Publicado el 7 de Junio, 2008, 13:33

   "Qué ha ganado y qué ha perdido tu escritura tras la muerte de Raymond Carver?

   Tras la muerte de Ray me quedé vacía, en el silencio más absoluto.No era capaz de expresar nada. Asique me fui muy paciente y acepte la situación. Esperé. Me pasé las noches viendo películas, sintiéndome totalmente vacía. No escribí nada en esoso seis meses./ Poco a poco empecé a percibir la acumulación de ciertas imágenes. Sabía también que para concentrarme en ellas tendría que encerrarme en mí misma, evitar todo tipo de compromiso social. Asi que dejé mis clases en la Universidad de Siracusa. Necesitaba encontrar la forma de expresar algo que sentía por primera vez, algo totalmente distinto./ Ese silencio del que te hablaba fue muy productivo porque estos poemas (Tess Gallagher se refiere aquí a los poemas que componen el libro El puente que cruza la luna), cuando surgieron, lo hicieron con una vibración especial (...) cuando vuelvo a releerlos, me doy cuenta que van más allá de lo que me veía capaz de hacer. Me resultan extraños en mi propia voz./ Es como si hubiera atravesado un umbral en ambas direcciones, como si se produjera un ensanchamiento del espacio, una interpenetración de espacios. Y sentía la gran fertilidad de ese espacio. A veces más de la que podía soportar. Una potencialidad creativa que me superaba.

   Sentiste eso al poco tiempo de su muerte?

   Si, tras la muerte de Ray, me asaltaban recuerdos como jabalinas, cuando menos me lo esperaba. De ahí surgen los poemas./ Me preguntabas también por lo que había perdido mi escritura tras la muerte de Ray. Pues muchas cosas compartidas con él, tanto en el arte como en la vida. Aquella delicia de ir corriendo a la habitación de al lado con un cheque y decirle "Mira ésto!". El también lo hacía. Apreciaba lo que yo hacía, le divertían las cosas que yo hacía y lo mismo me pasaba a mí con él. Eso ya no va a volver. La casa está muy silenciosa, sólo se oyen mis pasos, mis pensamientos, mis idas y venidas por ella. Pero, como ya dije, Ray se me hizo presente tras su muerte, de algún modo sentí su conciencia en mí. Eso es lo que trato de reflejar en estos poemas. Aquella vez una mariposa nocturna se vino hacia mí en el baño. Fue como una caricia de la vida, pero también me hizo estremecer con la fuerza de un presagio".

Tess Gallagher, Carver y yo, Bartleby Editores, Madrid, 2007. Extracto de una entrevista realizada por Gabrielle Idlet. Selección y traducción de Jaime Priede.

Publicado el 14 de Enero, 2008, 18:32

Hace tiempo que quería subir algunos fragmentos de una entrevista que le hizo The Paris Review al poeta Yves Bonnefoy. Me gusta mucho lo que dice sobre su  modo de concebir el proceso de escritura de la posía, y sobre lo que representa para él la creación poética. Los procesos inconcientes (condensación y desplazamiento/ metáfora y metonimia), las acciones y los pensamientos cotidianos tienen un lugar privilegiado en su escritura. Creo que nadie lo podría decir mejor:

"... las palabras nos despojan de una intimidad auténtica con lo que somos, o con lo que el Otro es. Necesitamos a la poesía no para recuperar esta intimidad, lo cual es imposible, sino para recordar que la extrañamos y para probarnos a nosotros mismos el valor de los momentos en los cuales podemos encontrarnos con otras personas, o con los árboles, o con cualquier otra cosa, más allá de las palabras, en el silencio. (...) Al mismo tiempo, estas asociaciones de palabras, que son el comienzo de la labor poética, no deben ser gratuitas, ni estar desvinculadas de la realidad personal. Debo esperar que lleguen de mi lenguaje inconciente, que afortunadamente aparece cada vez que lo convoco con lápiz y papel, trayendo fragmentos verbales que son a la vez ricos y enigmáticos y están cargados de mi pasado, mi presente desconocido y mi futuro. De modo que anoto estas frases. Las escucho. Las veo haciéndose signos unas a otras, y gracias a ellas comienzo a comprender necesidades, recuerdos, fantasías que están dentro de mí. Este es el comienzo del poema, que eventualmente se trasnformará en un libro entero, ya que tendrá que ver con todo lo que soy. Siempre he empezado de esta manera, en medio de lo desconocido, sólo para descubrir más tarde que estaba hablando desde el lugar de la simple observación de mis acciones y pensamientos cotidianos. Esta es una labor que requiere mucho tiempo, quizás años. A menudo el título llega al final, como una declaración retroactiva. (...) Pero es escribir poesía  lo que siempre me reclama otra vez. Necesito estar libre durante largos períodos para poder escuchar las voces que llegan desde el inconciente más profundo; que saben mucho más de lo que sabemos nosotros sobre la vida y la muerte".

Confesiones de escritores - Poetas, Los reportajes de The Paris Review, Editorial El Ateneo, abril 1997. La entrevista fue realizada por Shusha Guppy durante los años 1992 y 1993. Yves Bonnefoy nació el 24 de junio de 1923 en Tours (Francia), y antes de decicarse por completo a la escritura de la poesía y al dictado de conferencias, estudió matemáticas, historia de la ciencia y del arte, y filosofía. Fue profesor invitado de varias universidades de Estados Unidos, y enseñó Poética Comparada en el College de France. Ha escrito libros en colaboración con pintores y numerosos ensayos sobre arte y poesía.