voces desiertas

Cartas


Publicado el 27 de Agosto, 2008, 17:10

   "Y si volvemos a hablar de la soledad queda cada vez más en claro que en el fondo no es nada que se pueda elegir o dejar. Somos solitarios. Uno puede engañarse al respecto y hacer como si no fuera así. Eso es todo. Pero cuánto mejor es darse cuenta de que lo somos, sí, partir precisamente de ello. Entonces va a pasar, ciertamente, que sintamos vértigo; pues se nos sacan todos los puntos en los que nuestra vida solía descansar, ya nada hay cercano, y todo lo lejano está infinitamente lejos. (...) Así es como, para el que se queda solo, se modifican todas las distancias, todas las medidas; muchas de estas modificaciones se producen súbitamente, y como en el caso de ese hombre puesto en la cima de una montaña, la imaginación se sale de lo habitual y hay raros sentimientos que parecen ir más allá de todo lo soportable. Pero es necesario también que experimentemos esto. (...) Tal vez en el fondo el único coraje que se exige de nosotros: tener valor para lo más raro, extraño e inexplicable que nos pueda ocurrir. (...) Pues no es solamente la pereza lo que hace que las relaciones humanas se repitan con tan indecible monotonía y sin renovarse de caso en caso, es el temor ante una vivencia nueva, imprevisible, para la que no se cree estar preparado. Pero sólo quien está listo para todo, quien no excluye nada, ni lo más enigmático, vivirá la relación con otro como algo viviente y agotará su propia existencia".

Rainer Maria Rilke, Cartas a un joven poeta (fragmento de la carta VIII), Losada, septiembre 2004.  

Imagen: Hokusai, Niño sobre el monte Fuji (1839)

Por piaramburu, en: Cartas

Publicado el 28 de Marzo, 2008, 21:40

   Carta de Yukio Mishima recomendando a Yasunari Kawabata para el Premio Nobel de Literatura 1961

"Las obras de Kawabata unen la delicadeza con el vigor, la elegancia con la conciencia de lo más bajo de la naturaleza humana; su claridad encierra una insondable tristeza. Son modernas aunque directamente inspiradas en la filosofía solitaria de los monjes del Japón Medieval. La manera en que el escritor elige sus palabras, demuestra qué sutileza, qué grado de estremecedora sensibilidad puede alcanzar la lengua japonesa; su estilo único, con una agilidad infalible, es capaz de ir directo la corazón de un hombre para expresar su sustancia -ya se trate de la inocencia de una jovencita o de la horrorosa misantropía del anciano-. Una concisión extrema -la concisión cargada de sentido de los simbolistas- se instala en obras cortas que, a pesar de su brevedad, engloban todos los aspectos de la naturaleza humana. Para muchos escritores del Japón moderno, los imperativos de la tradición y el deseo de crear una nueva literatura se mostraron casi inconciliables. El señor Kawabata, sin embargo, con su intuición de poeta, ha superado esta contradicción para convertirla en una síntesis. En todos sus escritos, desde su juventud hasta nuestros días, se encuentra, como una obsesión, el mismo tema: el contraste entre la soledad fundamental del hombre y la inalterable belleza que se aprehende intermitentemente en las fulguraciones del amor, como un rayo que de pronto pudiera revelar, en el corazón de la noche, las ramas de un árbol en plena floración.

Es un honor para mí recomendar a quien, más que nigún otro escritor japonés, presenta verdaderamente las cualidades requeridas para el Premio Nobel de Literatura".

                                                                                     Yukio Mishima

En Yasunari Kawabata/ Yukio Mishima - Correspondencia (1945-1970), Trad.: Liliana Ponce, Emecé Editores, abril 2003.

Por piaramburu, en: Cartas